No lo conozco. Si acaso, he escuchado su música en un microbús o en un puesto de discos piratas de los que abundan afuera de metro Portales, sin embargo, como siempre pasa en estos casos, ahora he tenido que chutarme su imagen repetida hasta la náusea en televisión, periódicos, revistas, internet. Imposible no enterarse de quién diablos es Kalimba.
Sé lo poco que todo mundo sabe sobre “su caso”, a pesar de que “los medios” quieran convencerme de lo contrario… de que lo sé todo, que estoy bien informada, pero sobre todo, de que sé y estoy convencida, como buena parte de su audiencia, de la inocencia del cantante. Justamente eso es lo único que ignoro.
Y para efectos de esta nota, su culpabilidad o su inocencia son los asuntos que menos interesan, porque se supone que para eso existe un sistema judicial y legislativo que se encargará de poner los puntos sobre las íes al respecto.
Mmmm…¿?
Cierto, no es así.
Y justamente por ese vacío permanente de justicia, por esa sensación de desamparo a la que estamos sometidos los habitantes de este país, es que los medios estiran las garras, manosean expedientes, atemorizan autoridades locales, escupen sobre la ley decididos a volverse el poder judicial y legislativo (en pantalla) de la nación.
Y las consignas se repiten en cada entrevista, en conductores y luego, en la boca de los fanáticos absolutamente aleccionados pavlovianamente:
Muestras que son oro en polvo:
"Creo que Kalimba es inocente" pero como diría mi abuelo, si no es “articolo” de fe. Lo que creamos o dejemos de creer no tiene relevancia, sino lo que ocurrió… y lo que está ocurriendo.
Para empezar, parece que se ha orquestado una cruzada mediática para descalificar y crucificar públicamente a una menor de edad. Los prejuicios saltan como gazapos en todos los medios, se le sataniza antes de que el exorcista determine si hubo o no posesión (literalmente).
“Ya estaba bien correteadita” (¿Entonces tener relaciones sexuales a temprana edad te deja automáticamente fuera del sistema de justicia?).
“Se hizo un aborto a los 14 años” (Traducción: si abortas, recibirás castigo divino y merecido tienes que te violen).
“Kalimba era bien lindo con sus fans” (Sí, hay perfiles de violadores que son buenos padres, notables vecinos, honrados hombres de iglesia –y conste que no digo que Kalimba sea un violador, porque, a diferencia de sus fans que juzgan mentirosa a la niña, no juzgo violador a nadie sin pruebas, solo aclaro que su amabilidad no es argumento).
“Estaba demasiado tranquila, no lloraba… si te violan no estás tan tranquila” (Lo que yo llamo el síndrome de Camus… si no lloras, si no manifiestas tus emociones como la mayoría de los mortales… o peor, como el manual para escribir telenovelas lo dicta, no eres culpable: ERES UN MONSTRUO DE MALDAD)
“Se le insinuaba y se le embarraba, le besaba el oído” (Claro, ella se lo buscó… y si ella estaba de encimosa, tuvo que lo que quería. No necesariamente, porque hay una gran diferencia entre sexo consensual y una violación, esto lo saben muy bien una inmensa cantidad de esposas violadas por sus propios maridos).
Y la última, que merece párrafo aparte:
“Su padre abusó de ella” (Es decir, si abusan sexualmente de ti, aunque seas menor de edad, eres culpable o el abuso te predispone a volverte una delincuente mentirosa… creí que la Edad Media había terminado hace algunos siglos).
Y justamente como si de un guión se tratara y el guionista enmendara el perfil del personaje, la amiga de la chica que acusó al cantante de violarla (y aquí si opera la deformación de oficio: es obvio que dicha amiga ha sido concienzudamente aleccionada) Se presenta a una entrevista muy tranquila a declarar ante la conductora de un programa, ahora transfigurada en juez… y claro, para cuestiones de rating un rostro contento y tranquilo no sirve para nada, en la siguiente ocasión que la entrevistaron, la menor ya estaba hecha una Magdalena.
Y cosa curiosa, esa misma menor que descalificaba a su ex amiga argumentando que a los 16 años sabes a lo que te expones, lo que haces, si aceptas o no… fue exonerada al otro día de toda culpa de no saber lo que hacía al aceptar sexo consensual porque “es una niña” (esto dicho por una Niurka convertida en fiscal de ojos lacrimosos)
Este es el show. Lo que todos parecen ignorar olímpicamente es que, consensual o no, el sexo entre un menor y un adulto es ilegal en este país. Y las leyes están para proteger a los menores, incluso de ellos mismos.
Entonces… ¿por qué las autoridades mexicanas han permitido la exposición perversa de una menor declarando cosas sobre su intimidad y su vida sexual antes millones de espectadores? No es un misterio insondable: porque es la televisión y uno de los suyos está expuesto. Esta conducta también la practican médicos negligentes: se cubren las espaldas unos a otros.
Pausa para el azoro: Para demostrar el daño moral que le están causando al cantante, la inefable Niurka (que blande el expediente de Kalimba integrado por la PGJ … ¿esto es legal?) invoca el juicio de un… asesor de imagen. Y la menor exhibida, hija de su tiempo, repunta con 20518 seguidores en su twitter… cuenta en la que se gestó una de las marchas chetumaleñas de desagravio a favor del cantante.
Y este es el show. El circo nacional del momento como, en su tiempo, fue el caso de Paulette ahora carcomido en el cajón del olvido y la injusticia.
Los fanáticos, las hordas sin conciencia, marchan al monumento a Juárez, piden la libertad inmediata de su ídolo como si se tratara de un líder campesino injustamente encarcelado, hacen plantones, le siguen el juego al monstruo detrás de la pantalla.
Temblemos… mientras colocan al cantante y a las menores como foco de atención, es porque, con toda seguridad, algo terrible se está gestando y nos quieren distraer de eso, lo realmente importante.
Porque como Pepe el Toro, Kalimba es inocente, hasta que se demuestre la culpabilidad de una menor de edad… ¿Tan mal estamos? Sí.
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