Desperté, con Grendel todavía.
Perro... ¿cómo chingados me voy a curar la dependencia de ti? ¿cómo me voy a quitar la culpa?
Desperté, con Grendel todavía.
Perro... ¿cómo chingados me voy a curar la dependencia de ti? ¿cómo me voy a quitar la culpa?
Sí.
Te azotó el rostro la desgracia
estás vencido
lloroso
sin consuelo
quisieras arrastrarte
por las arenas
de un desierto interminable y solitario
pero
no tienes un desierto
no fue ese tu destino
¡mira tú! ¡mira que suerte!
Tienes un jardín pequeño
un jardín por donde asoma
el sol rubio y timorato
de la primavera
un jardín que es una rebanada
de aquel paraíso que perdimos
un jardín donde zumban
las moscas y las abejas
por igual, sin distingos
insectos parias , insectos reyes
los que comen carroña putrefacta
y los que comen azúcar de luna
en el rocío inmaculado de las flores
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