Parece que todo está pasando... y de pronto, veme, otra vez llorando
otra vez desesperada
otra vez culpable....
Ya nunca más cepillaré tus hermosas y largas patas
No saldremos a la calle, con tu plata relumbrante y yo, orgullosa dueña, paseándote
Todo se fue al carajo en menos de un minuto...
¿Con quiém quise quedar bien? ¿A qué doné tu vida?
No puedo más. La culpa, esa insaciable, no me deja.
Tus ladridos estan presentes en mis noches, tu mirada brillante y nueva.
Sí, extraño tu belleza, tu cuerpo hecho bolita a mis pies, dormitando confiado
(estúpida, mil veces estúpida)
No puedo más.
Y cada noche, sólo pido, musito la oración que más necesito...
Saber que estás bien donde quiera que estés, que no sufriste
y qué Dios me libre mi misma.
Publicar un comentario
Deja tus letras, serán bien recibidas